Durante los últimos años, la industria del videojuego ha sido testigo del lanzamiento de innumerables RPG. De hecho, este género ha recibido tantas propuestas por parte de compañías AA y AAA que las desarrolladoras indie lo han tenido difícil para hacerse un hueco entre tanta competencia. Sin embargo, las propuestas independientes se caracterizan por sorprender a los jugadores con mecánicas inéditas, iniciativas que se alejan de lo convencional y experiencias que, en ocasiones, se establecen como joyas ocultas en los inmensos catálogos de PC, PlayStation, Nintendo Switch y Xbox. Y Kenshi es un buen ejemplo de este fenómeno, pues su curioso acercamiento al rol ha hecho que miles de personas disfruten de su aventura.
Kenshi no es un juego precisamente nuevo; Chris Hunt, su creador y principal desarrollador, empezó a trabajar en el RPG allá por 2006 y lo presentó al público a través del ya desaparecido Steam Greenlight en 2013, terminando finalmente el proyecto con su lanzamiento definitivo en 2018. Desde entonces, el título ha acumulado un 95% de valoraciones 'Extremadamente Positivas' en la plataforma de Valve (en base a las reseñas de 78.530 usuarios), ha visto el nacimiento de una wiki gestionada por fans y ha recibido miles de alabanzas por parte de los jugadores.
Y realmente no sorprende saber que la comunidad está encantada con el proyecto de Chris Hunt y su equipo Lo-Fi Games. Kenshi invita a los jugadores a sobrevivir en un mundo abierto de 870 kilómetros cuadrados en constante cambio y con infinidad de eventos; acontecimientos que curten a nuestro protagonista tanto para bien como para mal. Porque, como se explica en la descripción del RPG en Steam, aquí "no eres el elegido. No eres grande ni poderoso. No tienes más 'puntos de vida' que nadie. No eres el centro del universo, ni eres especial. A no ser que trabajes para ello". Y esto significa que el destino de nuestro héroe puede ir desde comandar un grupo de mercenarios y hasta ser alimento para los caníbales.
Como ves, Kenshi se aleja de las historias clásicas de rol para apostar por una experiencia más realista y cruda. Y, para conseguir este resultado tan celebrado, Hunt tuvo que invertir incontables horas en el desarrollo de su RPG; concretamente, unos 12 años en total. Porque sí, el juego de Lo-Fi Games tiene tantos eventos, mecánicas, características y parámetros que el jugador puede forjar un protagonista único para su historia. Pero lograr este nivel de detalle no fue nada fácil.

El RPG que nació del sueño de un jugador
Pasa prácticamente en todos los videojuegos, tanto clásicos como modernos, y Kenshi no iba a ser una excepción: su existencia se debe al sueño de un jugador. Hunt ha pasado buena parte de su vida disfrutando de experiencias digitales (no sólo de títulos RPG), pero llegó un momento en el que quiso crear su 'juego perfecto' poniéndose manos a la obra con un desarrollo que tardaría años en terminar. "Kenshi fue simplemente el resultado de toda una vida jugando a diferentes juegos, y sintiendo una picazón por hacer algo que no estaba haciendo", comentaba en una entrevista concedida a Game Skinny en 2017. "Quería hacer el juego definitivo".
"Kenshi fue simplemente el resultado de toda una vida jugando a diferentes juegos" (Chris Hunt).
Sin embargo, Hunt no tenía ninguna experiencia como desarrollador de videojuegos y estuvo mucho tiempo aprendiendo el oficio; en parte, a base de prueba y error. "Durante los primeros cinco o seis años, trabajé solo y a tiempo completo mientras hacía malabares para mantener un trabajo de guardia de seguridad nocturno con un sueldo mínimo", explicaba en otra charla del 2015, esta vez en Siliconera. "Ha estado en marcha durante mucho tiempo, principalmente instalando sistemas fundamentales y haciendo que esté en un estado jugable".
Desde luego, hablamos de un periplo largo y complejo que habría disuadido a más de un desarrollador novato. Pero Hunt no sólo tenía claro su objetivo con Kenshi, sino que además se lo pasaba en grande con todo el proceso de producción. "Estoy motivado a hacer Kenshi porque es el juego de mis sueños", expresaba en 2015, antes del lanzamiento del título. "Incluso disfruto creando Kenshi, más que lo que disfruto jugando a videojuegos. Así que, aunque tiene una cantidad ambiciosa de características, mientras tenga el tiempo y el presupuesto, seguiré haciendo todo lo posible para terminar mi visión de la mejor manera". Ciertamente, ahora sabemos que la historia de este RPG acabó con un final feliz para todos. No obstante, Hunt no tardó en toparse con varios desafíos a lo largo de su viaje; retos que, en parte, nacieron por la naturaleza indie del proyecto.

Los desafíos de un equipo pequeño
Primeramente, uno de los grandes obstáculos de Hunt a la hora de hacer Kenshi fue algo meramente personal: no le gustaba delegar faena a los desarrolladores que había contratado para fundar Lo-Fi Games. Y es que, en esencia, la compañía había nacido precisamente para agilizar y facilitar la producción del RPG al tratarse de una experiencia con tantas variables y mecánicas.
"Me tomó un tiempo liberar gradualmente el control de las cosas, como nuestro programador Sam, preguntaba, '¿ahora en qué debería trabajar?' y todo en lo que pensaba yo contestaba, 'No, es mejor que yo haga eso, sólo yo sé cómo funciona'", comenta en la entrevista de Game Skinny. "Pero, rápidamente, me hice adicto al sentimiento de que otras personas hagan algo de mi trabajo".
Y esto no fue más que el principio. Porque, como ya es habitual en muchos proyectos desarrollados por estudios independientes, Lo-Fi Games no tenía los mismos recursos que una compañía AAA para hacer Kenshi. De hecho, Hunt habló sobre ello en una entrevista concedida a Game Analytics en 2018: "Es realmente difícil. Además, como somos un equipo pequeño, tenemos una cantidad limitada de assets. No podemos simplemente producir miles de criaturas y modelos diferentes, así que tengo que racionarlos; no ser tacaño, pero segmentar cosas en culturas y regiones".
Básicamente, Hunt y Lo-Fi Games se las apañaron para hacer que Kenshi muestre un mundo cambiante y variado sin hacer uso de la misma cantidad de modelos que veríamos en un juego AAA. En este sentido, el RPG se caracteriza por colocar sus enemigos y NPCs de una forma que, sin repetirse en demasía, tiene sentido con cada una de las culturas y zonas que forman su mundo. Lo que, nuevamente, no deja de ser una manera muy inteligente de sortear las limitaciones propias de un desarrollo independiente. Y, como era de esperar, la comunidad ha valorado de forma muy positiva tanto este ingenio como la filosofía que rodea toda la experiencia.

Un juego pensado para que no te lleve de la mano
Porque, con todo lo dicho hasta ahora, ya te imaginarás que Kenshi no busca ser un RPG convencional. A fin de cuentas, el objetivo de Hunt siempre fue el de hacer un juego difícil que no pusiera al usuario en una posición privilegiada desde sus primeros compases: "Nunca me gustó que la mayoría de grandes RPGs lleven al jugador de la mano, donde comienzas como un héroe, fuerte desde el principio, sin nada que temer", expresaba el desarrollador en Siliconera. "En Kenshi, empiezas como tipo normal sin poderes especiales, sin estadísticas altas. No eres especial, no eres nada, e incluso la supervivencia es una lucha".
"En Kenshi, empiezas como tipo normal sin poderes especiales, sin estadísticas altas. No eres especial, no eres nada, e incluso la supervivencia es una lucha" (Chris Hunt).
"Serás intimidado, acosado, atrapado en la guerra de otra facción… Tal vez, incluso serás capturado en un ataque de bandidos mientras descansas en la 'seguridad' de una ciudad", seguía el profesional. "Por supuesto, podrás hacerte más fuerte, enfrentarte a cualquier opresor y construir tu propia facción, tu propio ejército y tu propia ciudad. Es un mundo sandbox, así que el jugador debería tener objetivos casi infinitos sin misiones o guiones fijos. La diferencia entre Kenshi y la mayoría de RPGs es que el problema te buscará".
¿Y esto gusta a todos los fans de los RPG? Pues no, pero es la visión que ha decidido perseguir Hunt en el desarrollo de su juego. "Si a alguien no le gusta el equilibrio del juego, entonces no puedes hacer que le guste [el juego en sí]", explicaba en Game Analytics al respecto. "Le dejas jugar y miras qué ocurre. Todos hacen eso la primera vez que juegan; salen corriendo y mueren rápido, y esa es su primera experiencia, y los jugadores mencionan que eso es lo que les metió en el juego por primera vez. Los fans del juego dicen, 'Sí, ese fue el momento en el que Kenshi empezó a gustarme, es algo diferente'. Otros, tal vez, digan, 'Ah, sí, eso no me gustó'".
De hecho, hacer un RPG tan único ha provocado que decenas de jugadores sigan los pasos de Hunt (y otros desarrolladores) para hacer sus propios títulos en solitario. Y, aunque hay miles de tutoriales en Internet para aprender a usar motores gráficos, así como clases virtuales sobre diseño de videojuegos, Hunt ha aportado su granito de arena a este tema compartiendo un consejo para quien se plantee producir una aventura: "Aparte del conocimiento técnico, no es diferente a que alguien quiera escribir un libro o hacer una película. Sólo necesitas la motivación para trabajar en ello cada día sin aburrirte. Si disfrutas de lo que estás haciendo, no tendrás ningún problema".
Porque Kenshi, aún con los desafíos sufridos durante el desarrollo, las dificultades en su premisa y su cruda propuesta, puede presumir de ser uno de los videojuegos mejor valorados de todo el catálogo de Steam. Y esto se ha logrado no sólo con una buena idea y unas mecánicas ambiciosas, sino también porque un jugador quiso crear su 'juego perfecto' a base de experimentación, lluvias de ideas y mucha, mucha fuerza de voluntad. Lo que, una vez más, nos ha dado la oportunidad de disfrutar de otra gran joya en el mundo de los indies.
Vía | Mein-MMO
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